Donald Trump ha tomado posesión por segunda ocasión como Presidente de los Estados Unidos de América este lunes 20 de enero enmedio de la polémica provocada por las medidas que ha iniciado de manera prácticamente inmediata luego de regresar a la Casa Blanca, a fin de deportar a millones de migrantes sin documentos, y definir a los cárteles traficantes de drogas como organizaciones terroristas.

Luego de su toma de posesión, el presidente Trump emitió sus primeras órdenes ejecutivas entre las cuales está el declarar emergencia nacional en la frontera sur con México, a fin de reforzar la seguridad en esa zona, al enviar numerosas tropas del ejército para impedir la inmigración de personas indocumentadas, así como también frenar el flujo de drogas hacia el territorio estadounidense.

Por otra parte, también firmó una orden ejecutiva mediante la cual se designa a los cárteles traficantes de drogas como organizaciones terroristas, lo cual implicará que Trump podría autorizar operaciones especiales para atacar a los cárteles traficantes de drogas y capturar a sus líderes, además de involucrar a las agencias de inteligencia estadounidense en rastrear y perseguir a los integrantes de tales organizaciones, así como bloquear cualquier tipo de recursos con los que operen.

Además, dio por terminada la aplicación CBP One que había permitido al menos a un millón de personas tramitar citas para pedir asilo en diversos puertos de entrada al territorio estadounidense, a fin de ingresar legalmente a este para trabajar. Con esta medida, han quedado en el limbo cientos de personas que ya tenían una cita obtenida mediante la aplicación digital para tramitar su entrada legal a los Estados Unidos, así como muchas otras que habían ubicado esta aplicación como su manera de lograr entrar legalmente a esa nación norteamericana.

También, Donald Trump, luego de su toma posesión, reiteró su amenaza de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos y canadienses, como represalia por permitir el ingreso ilegal de personas al territorio estadounidense, así como debido al creciente tráfico de fentanilo hacia los Estados Unidos, proveniente tanto de México como de Canadá.

Sin embargo, entre los documentos firmados por Trump, también hay uno en el que reconoce la validez del T-MEC, aunque con la perspectiva de revisarlo en 2026 para fortalecer el cumplimiento prioritario de los intereses económicos de los Estados Unidos.

Se prevé que la orden ejecutiva de detener el tráfico de inmigrantes sin documentos y de iniciar las deportaciones de los migrantes en esa condición que ya estén en los Estados Unidos, inicie su aplicación no solo en la frontera con México, sino que también en ciudades dentro del territorio estadounidense como Chicago y Los Ángeles. Esto se contrapone con las características de tales localidades como “ciudades santuario” para los migrantes, y podría implicar que las autoridades locales nieguen la colaboración de la policía local con las autoridades migratorias federales enviadas a realizar redadas en tales ciudades a fin de capturar a las personas que no cuenten con documentos migratorios en regla.

Por otra parte, bajo el cobijo de las órdenes ejecutivas de Trump, el Departamento de Seguridad Interior emitió directivas a fin de permitir que las redadas para capturar a inmigrantes sin documentos puedan realizarse también en lugares antes considerados como fuera del alcance de las autoridades migratorias, tales como escuelas, iglesias y refugios.

Sin embargo, se anticipa que las deportaciones masivas inicien principalmente con aquellas personas que ya han sido ubicadas por tener antecedentes delictivos, y que actualmente ya tienen una ficha de deportación, pero que por diversas razones la deportación no había sido ejecutada.

La perspectiva de que las redadas puedan realizarse en escuelas podría llevar a que muchos niños sin residencia legal en los Estados Unidos dejen de ir a la escuela, debido al temor de ser capturados en una redada por parte de las autoridades federales, y que su captura finalmente lleve a la detención también de sus padres. Esto es solo una de las tantas tragedias que las medidas anti-inmigratorias del presidente Trump estarán generando entre la población migrante indocumentada.

*  Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán.También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown.Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.